En julio de 1999 el matrimonio paulista, el arquitecto Rogerio Valsani Sobrinho y su esposa, la ingeniera Rosana Maria Guim Valsani adquirieron lo que ellos llaman PEDACINHO DO PARAISO, las tierras de la antigua Hacienda Santo Honofre, 286.000 m2 de puro pasto y un hermoso pedazo del Río Formoso (1.500 metros).
Durante dos años planearon y construyeron todas las instalaciones del Hotel acompañando toda la obra y a fines del 2001 dejaron, junto con sus hijos, una vida urbana en la ciudad de São Paulo para organizar y administrar lo que es hoy el Hotel Santa Esmeralda el cual fue concebido respetando la arquitectura y el paisaje del lugar, dando prioridad al estilo rústico, diseñando así un producto para personas que buscan privacidad, paz y naturaleza.